Esta es la forma que tú has elegido de hacerme feliz, quizá no es la que en su día esperé o la que todo el mundo desea, pero esto es adicto, solo faltó probarla para saber que quiero más y más. No eres el príncipe azul de todos los cuentos de princesas que de niña agradaba escuchar, aunque no distas tanto de ellos la verdad. Pero dormir en tu pecho es lo más emocionante y fascinante que he probado en esta vida, el que me abraces fuerte cuando el frío se apodera de mí, un sábado a tu lado, ver la tele entre tus brazos, hablar de miles de cosas mientras damos un paseo sin rumbo permitiéndonos un beso en cada semáforo en rojo. A día de hoy sólo puedo decir que, si me hubiesen dicho al comienzo de mi corta vida que a los 17 años conocería a la persona que iba a marcar un nuevo rumbo a mi destino, hubiese corrido por encontrarte antes, porque cuando quieres pasar el resto de tu vida con una persona, deseas que el resto de tu vida comience lo antes posible.
Te quiero
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