Nunca creí en eso de que la vida te puede cambiar en un instante, nunca pensé que aquello estuviese escrito para mí. Nunca deberíamos decir "de este agua no beberé ni este cura no es mi padre". Nunca, nunca, nunca.. Debería ir asimilando ciertas cosas: que no volverás, que te echo de menos y lo difícil que está siendo todo -aunque aparente total pasividad e indiferencia- que sigo llorando tu ausencia y añorando tu presencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario